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– El oficialismo venezolano realizó hoy una manifestación en Caracas para trasladar al Panteón Nacional los restos del guerrillero izquierdista Fabricio Ojeda, quien murió en 1966.La marcha desde el...– El oficialismo venezolano realizó hoy una manifestación en Caracas para trasladar al Panteón Nacional los restos del guerrillero izquierdista Fabricio Ojeda, quien murió en 1966.
La marcha desde el cementerio del sur fue la principal movilización del oficialismo para conmemorar la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, el 23 de enero de 1958.
Cientos de partidarios del gobierno acompañaron el ataúd con los restos de Ojeda desde el cementerio General del Sur al Panteón Nacional, donde reposan los restos de los próceres de la independencia.
La caravana que se dirigió al Panteón Nacional, acompañada por cientos de simpatizantes del oficialismo, fue acompañada por personas con banderas rojas del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El acto estuvo encabezado por el vicepresidente ejecutivo Tarek El Aissami, quien junto con el diputado oficialista Diosdado Cabello y el ministro de Cultura, Adán Chávez, ayudó a cargar el ataúd hacia el Pantéon.
El defensor del pueblo, Tareck William Saab, fue el encargado de pronunciar el discurso en el acto, antes de la partida de los restos desde el cementerio. En sus palabras, destacó que los “restos inmortales” de Ojeda llegarán al Panteón por orden del presidente Nicolás Maduro.
Saab dijo que el entonces presidente, Raúl Leoni, ordenó matar a Ojeda, “sabiendo lo que significaba”, en lo que calificó como una política de terrorismo de Estado que desapareció a líderes izquierdistas.
Asimismo destacó que ahora la orden de otro presidente, Maduro, permitiera la llegada a la “gloria del Panteón” de Ojeda.
Ojeda fue un periodista político que encabezó un movimiento civil y militar que logró el derrocamiento de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958.
Fue elegido diputado y en 1962 renunció a su escaño en el Congreso para sumarse a las fuerzas guerrilleras simpatizantes de la revolución cubana.
A mediados de 1966 fue detenido y días después apareció ahorcado en su celda. Las autoridades de entonces dijeron que se suicidó.
“Un presidente lo mandó a matar y otro presidente quiso que entrara en la gloria del Panteón Nacional”, dijo Saab.
Agregó que las autoridades entonces dieron la “falsa noticia” de que se había suicidado, en lo que llamó parte del terrorismo de Estado.
Parte de la familia de Ojeda acompañó la manifestación hasta el Panteón Nacional, en medio de diferencias. Uno de sus cinco hijos, Fabricio Ojeda hijo, expresó públicamente su desacuerdo con los actos oficiales.
El ataúd con los restos de Ojeda fue cubierto con una bandera tricolor venezolana y una cinta blanca con las siglas de FALN, las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, el grupo guerrillero que ayudó a crear a poco después de la caída de Pérez Jiménez.
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