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Hungría rindió hoy homenaje a los 16 estudiantes del accidente ocurrido la noche del viernes cuando un autobús escolar se estrelló y después se incendió en una autopista de la ciudad de Verenoa, en...Hungría rindió hoy homenaje a los 16 estudiantes del accidente ocurrido la noche del viernes cuando un autobús escolar se estrelló y después se incendió en una autopista de la ciudad de Verenoa, en el norte de Italia.
Cientos de personas colocaron velas y flores frente a la escuela secundaria Pal Szinyei-Merse, en el centro de Budapest, en cuya fachada se colgó un crespón negro en señal de luto por la muerte de los estudiantes que regresaban de un viaje de esquí en Francia.
La tragedia ha causado conmoción en toda Hungría, cuyo primer ministro, Viktor Orban, decretó un día de duelo nacional para mañana lunes, cuando se izarán banderas negras en los edificios públicos y todas las escuelas rendirán homenaje a las víctimas.
La bandera húngara ondeará a media asta frente al Parlamento, en presencia del presidente de la república, János Ader, según la agencia nacional de noticias húngara MTI.
El cardenal húngaro Péter Erdo pidió que todos los servicios religiosos de este domingo fueran dedicados “a los infortunados que murieron y a la pronta recuperación de los sobrevivientes”.
Al menos 16 personas murieron y otras 39 resultaron heridas la noche del viernes cuando el autobús escolar se incendió tras haber chocado contra el pilar de un puente a la salida de una autovía cerca de Verona.
Un total de 55 personas, incluidos dos conductores, algunos padres y profesores, así como los alumnos de entre 14 y 16 años de edad, viajaba a bordo del autobús cuando ocurrió el accidente, cuyas causas se desconocen hasta ahora.
La policía húngara abrió una investigación, paralela a la de las autoridades italianas, para tratar de determinar las causas del accidente.
El ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Peter Szijjarto, informó este domingo que está en curso la identificación de las víctimas, pero el trabajo podría demorar días debido a que algunos cuerpos quedaron irreconocibles por las quemaduras.
Tibor Czako, director de la compañía de transportes Pizolit, a la que pertenecía el autobús, aseguró a los medios de comunicación que el autocar estaba “en buen estado y preparado para la carretera”.
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