
Notimex
La lucha contra la corrupción en Colombia registró en la última semana dos episodios tan absurdos como paradójicos con un fiscal anticorrupción en la ruta de la extradición y un secretario de...La lucha contra la corrupción en Colombia registró en la última semana dos episodios tan absurdos como paradójicos con un fiscal anticorrupción en la ruta de la extradición y un secretario de Seguridad en prisión por enlaces con bandas criminales en la ciudad de Medellín.
El 27 de junio, cuando Colombia celebraba la dejación definitiva de las armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia( FARC), se conoció la destitución y captura con orden de extradición del director de la Fiscalía Nacional Especializada contra la Corrupción, Luis Gustavo Moreno.
El funcionario fue detenido ese día por un grupo élite del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalíain General, con el apoyo de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA), y a la vez se ordenó la captura del abogado penalista Leonardo Luis Pinilla Gómez, ambos pedidos en extradición por las autoridades norteamericanas.
Los cargos que estas personas enfrentarán en Estados Unidos se relacionan con un “supuesto concierto entre Moreno y Pinilla para obtener gruesas sumas de dinero del ex Gobernador de Córdoba, Alejandro Llyons Muskus, a cambio de actuaciones de Moreno para incidir en los casos que actualmente enfrenta Llyons en Colombia”.
La presunta conspiración entre Moreno y Pinilla trascendió al territorio estadunidense, donde actualmente se encuentra el exgobernador Llyons, y llegó a tal punto que el fiscal anticorrupción aprovechó una comisión oficial de trabajo para contactarlo de nuevo.
Cuando los colombianos no terminaban de asimilar esta paradoja del jefe de la lucha contra la corrupción en la Fiscalía General de Colombia, apareció otro caso igual o peor en Medellín, con la captura del secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, por sus presuntos nexos con bandas criminales al servicio del narcotráfico que operan en la segunda ciudad más importante del país.
Las investigaciones de los agentes de la Fiscalía General de Colombia llegaron a la conclusión que Villegas hizo un acuerdo secreto con los jefes de la estructura criminal conocida como la “Oficina de Envigado”, que es una de las organizaciones de narcotráfico más temerarias que operan en el país.
El acuerdo sería para controlar los niveles de seguridad de Medellín, proteger los intereses económicos de la familia Villegas, y ganar popularidad al reducir los índices de violencia con miras a sumar simpatías ciudadana con miras a las elecciones para la Alcaldía de la ciudad en las elecciones en 2019.
Según las investigaciones, Villegas, quien también es un próspero empresario de la ciudad, protegió a los integrantes de la “Oficina de Envigado”, que están entre los principales objetivos de la Policía de Colombia y de la DEA, para su captura y extradición.
La Unidad de Investigación del diario El Tiempo reveló este domingo que Villegas “entregó información reservada de inteligencia de la Policía sobre los más buscados de Medellín, con la que lograron evadirse alias Diablo, Gordo Arepas y Pecoso, cabecillas de los combos ‘Robledo’ y ‘La Terraza’, al servicio de la ‘Oficina de Envigado'”
A cambio de esta información confidencial, “Julio Perdomo, alias 'El Viejo', cabecilla de la ‘oficina’ e interlocutor de Villegas, ordenó que se bajaran las extorsiones en algunos barrios”, señaló la Unidad de Investigación.
Estos dos casos de corrupción al más alto nivel de la institucionalidad colombiana opacaron la importancia para la paz de Colombia de la dejación de las armas de la guerrilla de las FARC, después de 53 años de guerra frontal contra el Estado.
El propio fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, expresó “indignación y profundo dolor institucional”, por el caso de Moreno, quien fue nombrado por él para que fuera el “zar anticorrupción” de la institución.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez -con un nivel de popularidad superior al 80 por ciento- quedó tan sorprendido con la captura de su secretario de Seguridad, que después de guardar silencio dijo: "Siempre he puesto la cara y lo voy a seguir haciendo. La lucha contra las estructuras criminales es indeclinable”.
“He puesto en riesgo hasta mi propia vida y lo voy a seguir haciendo porque vale la pena", afirma en un video que fue publicado en su perfil oficial de Twitter.
En otra declaración el alcalde sostuvo: "Mi única instrucción ha sido combatir las estructuras criminales dentro de la legalidad y es por eso que con la Policía, con el Ejército y con la Fiscalía hemos capturado a más de mil 800 criminales".
Estos dos casos tan significativos muestra como el fenómeno de la corrupción ligada directamente a las bandas del crimen organizado, están en crispado en las estructuras del Estado colombiano, que será una lucha más difícil y complicada que la guerra que libraron las autoridades contra las guerrillas por 53 años.
Para el presidente Juan Manuel Santos, la corrupción en Colombia ha estado aparejada con la violencia y afirmó que “narcotraficantes y despojadores de tierras, por solo dar dos ejemplos, han usado al Estado para realizar fechorías y quedar impunes, en asocio con funcionarios corruptos que debían estar ahí, justamente, para evitar su accionar criminal”.
A la sociedad colombiana aún le falta reflexionar mucho sobre esa problemática. Y se preguntó: “¿Por qué un funcionario se dedica a robar o comete cualquier otro delito a cambio de beneficios personales? (...) ¿Qué pasa por la cabeza de un 'servidor público' que escala posiciones –seguramente, posiciones anheladas por muchos otros–, y al mismo tiempo se dedica a deshonrar su trabajo?”.
Santos planteó que ante esos casos absurdos de corrupción: “propios de lo que alguien podría llamar nuestro 'realismo trágico', la respuesta debe ser más que ejemplarizante”.
Reviews and quick errands
No comments yet.
You need login to comment.