Taller el Volador, donde los muertos cobran vida from Olivia Diaz's blog

Notimex

Calaveras de diversos colores, trajineras, estructuras de viviendas de habitantes como la Familia Burrón descansan a la sombra de la lámina que protege del sol al taller El Volador, ellas, están a la espera de salir a recorrer las calles para celebrar el Día de Muertos.

El director técnico del taller, Paco Enriquez, explicó que todo comenzó hace unos años, cuando les requirieron organizar la escenografía de la película de James Bond; luego, en noviembre del año pasado hicieron una reinterpretación de estas piezas pero con el estilo de José Guadalupe Posada, este año, dijo, el desfile será más festivo y colorido con una visión de la artesanía mexicano, el color, la fiesta y música.

Dijo que este 28 de octubre desfilarán ocho carros alegóricos y ejemplificó una trajinera que además de contener una gran estructura de un mariachi, trasladará a una agrupación con mariachis que interpretarán las canciones que identifican a quienes viven en el país.

Además, detalló que la Familia Burrón, gestada por el artista mexicano Gabriel Vargas en la década de los años 40, será una de las protagonistas de este desfile, de lo que se trata, dijo, es de reconocer a una de las primeras historietas mexicanas que dan cuenta de la vida de las familias en el país, “es otra parte de México”.

Enríquez detalló que el El Volador comenzó sus operaciones hace al menos 10 años siendo un taller de artes plásticas para desarrollo de proyectos personales, luego fueron invitados para el desarrollo de ofrendas de Día de Muertos basadas en la obra de José Guadalupe Posada; de ahí, fue como el taller encontró una de sus vocaciones.

El Volador, ubicado en la delegación Iztapalapa, poco a poco fue creciendo y hoy está conformado por Anima Inc y la firma CN Production Design, quienes en conjunto desarrollan diversos proyectos los cuales son elaborados por y para mexicanos, dijo.

El taller vive en una nave industrial ajena a las comunes, en esta, predomina el el olor que tienen los nuevos proyectos, así como el del resistol, el cartón y la creatividad, en cada rincón descansa alguna de las piezas que han desfilado en los festejos del Bicentenario, Los Juegos Panamericanos y los Centroamericanos y en el centro un buen número de calaveras, diablos y flores que participarán en este desfile.

En el lugar trabajan alrededor de 40 personas entre pintores, escultores, herreros, carpinteros, artistas visuales y diseñadores de diferentes edades, una mezcla variopinta que da vida a los personajes de fierro y cartón que descansan a la espera de recorrer las calles de la Ciudad de México.

Para la elaboración de un carro alegórico, expuso, primero se considera la manera en la que recorrerá el desfile; luego, la cantidad de personas que estarán sobre las plataformas, así como el tipo de decoración que llevan, ello debido a que las estructuras de cada uno cambian de acuerdo con los materiales que requiere; así, cada carro alegórico queda terminado en alrededor de un mes.

Para el recorrido que iniciará en la Estela de Luz y que concluirá en la plancha del Zócalo capitalino, quienes dan vida a las calaveras y diversas estructuras requirieron de un promedio de tres meses de trabajo escalonado.

Los carros alegóricos que participarán en este singular recorrido están elaborados artesanalmente y no solo adquieren vida con metal, madera, papel maché y fibria de vidrio, sino que también tienen el esfuerzo de quienes laboran en este taller; además, abundó que la gama de materiales que utiliza cada plataforma es la que determina el tiempo en el que queda terminada.

“Nosotros tenemos el lema “tu herramienta son tus manos”, sí contamos con máquinas, pero se esculpen las piezas a mano, se empapelan a mano, se enfibran a mano, se lijan a mano, las manos de nuestra gente son nuestra herramienta más importante y nuestro valor más elevado que hay aquí en el Volador”.

Además de celebrar a la muerte en este festival, Enriquez subrayó la importancia de este desfile debido a que proyecta diferentes aristas de las tradiciones mexicana; ello, sin importar la gestación de este proyecto (película de James Bond).

Para facilitar su traslado, todas las piezas son desarmables y cuentan con un sencillo método de ensamble para ser llevadas de un lugar a otro; además, para el traslado de los carros alegóricos se requieren carros piloto y guías debido a las dimensiones de hasta 14 metros de largo, los cuales además son autónomos y requieren de un manejo especial.

En cada carro trabajan aproximadamente 10 personas, entre herreros, carpinteros, escultores y técnicos electricistas, así como aquellos que dan terminados como artistas y pintores.

A Angélica Fuentes y Eder Ubiño, de 22 y 24 años de edad, no les importa quedarse a trabajar horas extras en temporada de Día de Muertos, él, se dedica a vestir a los personajes que nacen en el taller; ella, a apoyar en diferentes actividades como el armado y pintado de las piezas.

Ellos comienzan con sus actividades desde las nueve de la mañana y esta temporada han llegado a salir hasta las 10 de la noche; sin embargo, durante el resto del año sus manos crean figuras para festivales de juguetes y otros desfiles.

Los muchachos, los más jóvenes de El Volador, trabajan en diferentes actividades y coincidieron que el taller es un lugar en el que aprenden y potencian su creatividad, al hacer diferentes actividades su trabajo está lleno de colores y formas, ningún día ahí es igual, dijeron.

“Con el tiempo vamos aprendiendo, no te aburres, cada día te gusta más lo que aprendes, los proyectos son bien variados”, explicaron con una sonrisa fresca en la boca.

Las estructuras se realizan en equipos y ellos intervienen en donde haga falta, a veces les toca poner vestidos y sombreros a las piezas y otras tantas a darles color y fuerza, se comienza desde los huesos, que a su ver son las estructuras de metal, tubos y tornillos, así como la base en la que van a ir.

Luego, se comienza el moldeado de la estructura, que en general es de metal, para pasar al empapelado, que es el momento en el que colocan papel o cartón para agregar volumen, fuerza y resistencia a las piezas, las cuales después del secado son pintadas y decoradas a mano.